May 29, 2023

Por Claudia Esquivel

La Importancia de Abrazar La Soledad

En este episodio hablo sobre la importancia de aprender a sentirnos cómodos en nuestra soledad y el poder al que podemos acceder una vez que lo aceptamos.

Somos criaturas sociales, y sí, nos necesitamos. Sin embargo, si no sabemos cómo sentirnos cómodos y completos en nuestra soledad, inevitablemente nos perderemos en tendencias de co-dependencia y auto-abandono.

Tanta belleza, satisfacción, inspiración y fuerza que puede surgir cuando nos convertimos en nuestros mejores amigos.

Exploremos los beneficios y el poder de abrazar la soledad.

Escucha, disfruta y si te resuena el mensaje, ¡comparte el episode! 

Lo que exploro en este episodio:

¿Por qué tanta gente le teme a su soledad?
¿Cómo ha afectado esto negativamente a nuestras vidas?
¿Cuáles son los beneficios de aprender a abrazar la soledad?

Escucha el episodio

He pasado el último año y medio de mi vida casi completamente sola.

Después de terminar una relación de 4 años y perder mi negocio en 2021, mi alma requería que tomara el tiempo de sanar.

He pasado este tiempo (y continúo) sin pareja, diciéndole “no” a muchas invitaciones para salir y pasando tiempo lejos de mis amigos. En momentos ha sido difícil, desafiante y confrontador, pero también ha sido uno de los tiempos más poderosos, sanadores e iluminadores de mi vida.

He cultivado una cantidad tan inmensa de fuerza, claridad y confianza en mí misma que no puedo evitar sentirme asombrada por el poder que tiene la soledad. Hay tanta sanación y crecimiento que podemos experimentar cuando elegimos conscientemente rendirnos a ella.

Y, sin embargo, ninguno de nosotros puede negar lo aterrador que puede ser estar solos y cuántas personas pueden pasar toda su vida evitándolo.


Antes de profundizar más en el tema muy rápidamente quiero aclarar algo para que no me mal entiendan.

Somos una especie social. Necesitamos cariño. Necesitamos comunidad. Nos necesitamos el uno al otro. No hay nada asqueroso, feo o poco atractivo en necesitar amor. ¡Esa es la naturaleza del ser humano!

Este texto no es una conversación para glorificar la independencia o decir que todos deberían pasar la mayor parte de su tiempo solos. Se trata de sanar nuestra relación con nosotros mismos en un nivel profundo para que podamos aprender a disfrutar verdaderamente de la compañía del otro.

¡Para que podamos tener mejores relaciones!


¿Por qué tantos tienen miedo de estar solos? ¿De qué están huyendo?

Tener miedo de estar solo es esencialmente el miedo de uno mismo y de lo que potencialmente podríamos encontrar en esa soledad.

A la mayoría de nosotros nos gusta construir la idea de que somos "buenos". Nos gusta mirar nuestras fortalezas, talentos, inteligencia, generosidad — todas las cosas que nos hacen "dignos" y admirables — pero tenemos miedo, y muchas veces no estamos dispuestos a mirar, las partes que consideramos poco atractivas. 

No nos gusta mirar nuestros defectos o errores. No nos gusta sentir nuestro dolor. No nos gusta explorar nuestros miedos. Y no nos gusta mirar las partes que pueden sentirse vacías y desagradables.

Esencialmente, no sabemos cómo integrar nuestra oscuridad con nuestra luz, por lo que tratamos de negar que la oscuridad existe (inconscientemente). Pensamos que sí lo enfrentamos y lo miramos podríamos descubrir que hay algo malo en nosotros y que efectivamente sería imposible amarnos en nuestra verdad.

Entonces, en el proceso de mantener nuestra percepción preferida de nosotros mismos (nuestra ilusión de seguridad) y para evitar sentir emociones dolorosas que no sabemos cómo manejar, tratamos de tapar todas las cosas que no nos gustan. Tratamos de escondernos de ellas moviendo nuestra atención a otras cosas.

La soledad requiere que nos conozcamos en un nivel profundo. Requiere que estemos dispuestos a mirar la totalidad de lo que somos, no solo las partes que nos gustan, de las que estamos orgullosos y las que queremos mostrar al mundo.

Creo que es por eso que tantas personas están en un estado inconsciente de huir de sí mismas, llenando sus vidas con actividades, trabajo, entretenimiento, eventos, relaciones y cualquier otra cosa que pueda distraerlas de simplemente estar en su propia presencia.

Enfrentarse a sí mismos se siente peligroso...

Pero, ¿qué sucede cuando nuestra única fuente de amor proviene de los demás? ¿Qué sucede cuando nos volvemos adictos a llenar nuestra vida de distracciones porque no sabemos estar con nosotros mismos?

Evitar la soledad e intentar negar nuestra naturaleza multifacética tiene muchas consecuencias negativas en nuestras relaciones, emociones y bienestar mental.

Una de las consecuencias más graves de sentirnos incómodos con la soledad es que muchas veces nos lleva a aceptar relaciones amorosas y amistades que en el fondo sabemos que no están alineadas con quienes realmente somos.

Relaciones que no nos hacen felices, que muchas veces no son saludables y que están construidos sobre la co-dependencia.

¡Podemos ver cuán evidentemente cierto es esto en el hecho de que hay muchas personas que prefieren quedarse con alguien con quien no se llevan bien, que no los respeta y que abusa de ellos que estar solos!

Por supuesto, no todos experimentan situaciones tan extremas, pero todos podemos identificarnos por lo menos un poco con el proceso de pensamiento, el mecanismo de defensa inconsciente y el sentimiento dentro de la persona que elige en maltratado en vez de la soledad.

Mucha gente no sabe que cuando estás en presencia de alguien o un grupo de personas, intercambias información en forma de energía. En otras palabras, absorbes algo de su conciencia.

Este es un mecanismo natural de la realidad. Las cosas siempre están moviéndose hacia mayor armonía. Entonces, cuando estamos teniendo una conversación con alguien, en niveles energéticos sutiles estamos intercambiando información.

Eso significa que si estamos constantemente rodeados de personas (o en una relación de pareja en la que siempre estamos con la persona) que mucha de nuestra energía estará impregnada de emociones, pensamientos, percepciones y creencias de los otros. En realidad, no tendremos claridad sobre cuáles son nuestras emociones, cuáles son nuestras percepciones asumiendo aspectos de las personalidades de otros sin siquiera darnos cuenta.

Cuando estamos solos limpiamos esta energía. Nos limpiamos de los demás para volver a nuestra verdad.

Necesitamos estos tiempos sagrados de soledad para permitir que la quietud elimine todo lo que no es nuestro, y así podamos tener un canal claro de comunicación con nuestra alma.

Nota: Las personas que han estado en un camino espiritual por un tiempo (auténticamente) aprenden a limpiar su energía con bastante rapidez y facilidad, pero proviene de la profunda intimidad que han cultivado con su auténtica verdad. El tiempo que han dedicado a conocerse a sí mismos, muchas veces a través de momentos de soledad y meditación.

Esto lo podemos ver muy claramente en la pareja que pasa todo su tiempo juntos y con el tiempo sus personalidades comienzan a fusionarse. Les empieza a gustar la misma música, las mismas actividades, tener los mismos amigos, incluso vestirse igual (a menudo inconscientemente). Algunos dicen que incluso comienzan a parecerse físicamente.

Más allá de lo que comparten con sus palabras, en realidad están intercambiando energía en niveles que no pueden ver y la naturaleza comienza a fusionar sus conciencias.

A raíz de esto mucha gente, completamente inconscientemente, pierde su individualidad en la relación porque se vuelve muy difícil diferenciar entre ellos y el otro. Adquieren rasgos de personalidad y deseos que no son auténticamente suyos. Años después esto puede convertirse en un sentimiento de “No sé quién soy. Me perdí.” y resentimiento.

No se tomaron el tiempo para estar consigo mismos, para limpiarse de la conciencia del otro y la desconexión a su propia verdad siempre los llevará inevitablemente a una sensación de vacío.

Si siempre estamos influenciados por los pensamientos, opiniones, perspectivas y creencias de otras personas, puede ser muy difícil encontrar nuestro propósito, pasión y camino en la vida.

Después de pasar tiempo con los demás, es esencial tomar nuestro tiempo para limpiarnos y volver a nosotros mismos.

La soledad asusta a los que sienten que no pueden con la vida solos.

Esto aplica en todos los niveles. Económicamente, mentalmente, emocionalmente, etc.

Para algunas personas, uno de los sentimientos más aterradores es el de sentirse solos en un mundo grande e incierto donde para sobrevivir hay que ser fuertes emocionalmente, ganar dinero y cubrir sus gastos.

La responsabilidad de tener que hacer dinero para algunos es abrumadora. Para otros, la naturaleza incierta de la vida es suficiente para causar una profunda ansiedad.

Por esta razón, muchas personas que no se sienten capaces de mantenerse económica o emocionalmente se sienten muy incómodas con su soledad. Es extremadamente confrontador.

El peso de la responsabilidad es demasiado para ellos y necesitan la presencia de un familiar, un amigo o una pareja para sentirse seguros.

(No me refiero a momentos en los que estamos pasando por algo difícil y pedimos ayuda. Me refiero a las personas que constantemente evitan su soledad).

Aunque lo cierto es que inevitablemente siempre habrán momentos y situaciones en las que tenemos que afrontar nuestra soledad. Hay ciertos momentos difíciles en los que no podemos escaparnos de ser los únicos que pueden encontrar una solución a la situación.

Las personas que no se sienten cómodas con su soledad tienden a experimentar más ansiedad y depresión.

Una de las verdades más aterradoras y evidentes que tendremos que enfrentar es el hecho de que, en el sentido más profundo, estamos solos.

Nacemos solos y morimos solos.

Experimentamos toda nuestra vida a través de la lente de nuestros sentidos y percepciones individuales y nunca somos capaces de transmitir completamente a otro lo que estamos experimentando.

Si lo miramos desde esta perspectiva, todos siempre estamos solos.

¿Cuántas veces has estado rodeado de gente pero te sientes solo?

¿Cuántas veces has estado pasando por un proceso doloroso con alguien a tu lado tratando de apoyarte y, sin embargo, te das cuenta de que esa persona no puede hacer nada por ti porque estás solo en tu experiencia?

Verdaderamente en este nivel no saber estar con nuestra soledad es no saber cómo estar con la vida. Es negar la naturaleza de nuestra existencia. Enfrentarnos a un oponente invencible. Estar en un constante estado de rechazo de la realidad.

Sin embargo, todos sabemos la verdad. Nos está mirando directamente a la cara. Cualquier negación de la verdad siempre nos llevará a la desarmonía, la ansiedad, la frustración y la tristeza.

La aceptación nos liberará y nos hará fuertes.

Inconscientemente pensamos que evitar la soledad nos mantendrá más seguros cuando verdaderamente lo que buscamos está del otro lado de enfrentar todo lo que nos espanta de nosotros mismos. En otras palabras, lo que estamos evitando es la llave a la respuesta.

Tenemos una relación tan enfermiza con la soledad, pero la verdad es que mucho de lo que buscamos se encuentra en ella.

La sensación de seguridad. La sensación de ser suficientes. La tranquilidad interior.

Cuando aprendemos a sentirnos cómodos con nuestra soledad familiarizándonos profundamente con nosotros mismos, aprendemos a relacionarnos con los demás de una manera completamente nueva.

Aprendemos a decir no a las personas y circunstancias que sabemos que no están alineadas con nosotros.

Podemos más fácilmente dejar ir las relaciones que no nos sirven.

Estamos más satisfechos con menos porque aprendemos a encontrar la belleza en la sencillez de estar en nuestra presencia.

Experimentamos menos ansiedad porque nos sentimos más seguros en la vida.

Nos volvemos más fuertes y más equipados para enfrentar las dificultades de la vida porque llegamos a sentirnos tranquilizados por nuestra propia presencia. Desarrollamos confianza con nosotros mismos y sabemos que somos capaces de sostenernos.

Nuestra energía se vuelve más ligera porque somos capaces de pararnos en nuestra verdad y liberarnos de la energía de otras personas.

Y lo más mágico es que desde este espacio de conexión y seguridad con nosotros mismos somos capaces de sintonizarnos con nuestro poder.

Estar cómodo en tu propia presencia, y solo en tu propia presencia, te hace poderoso. Hace que la vida sea más fácil porque te da una base sólida desde la cual puedes avanzar.

Aprender a estar solo es una de las decisiones más sanadoras que puedes tomar. Te permite liberarte de relaciones inauténticas y/o enfermizas, ansiedad e inseguridad.

Y más allá de eso, nos permite acceder a una mayor satisfacción y plenitud aprendiendo a llenar nuestro deseo de amor con nuestra propia presencia.

¿Qué tan cómodo te sientes estando solo?

Recursos

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